martes, 2 de septiembre de 2008

Pruebas Evolutivas 1

Desde Darwin se han acumulado numerosas evidencias que apoyan la evolución orgánica que sucedió en el pasado y sigue efectuándose. Las principales pruebas que han convencido a los biólogos de que la evolución es un hecho demostrado, se derivan de estudios de fósiles hechos por los paleontólogos, la clasificación o taxonomía, los homólogos se encargaban de los estudios de comparación de fisiología y bioquímica, anatomía y desarrollo embrionario. También la distribución geográfica y la genética están incluidas en estos estudios sobre la evolución.
El Registro fósil.
Formación de los fósiles: al morir los organismos, sus cuerpos
generalmente son descompuestos por microorganismos. Relativamente en pocos casos, las plantas animales que han muerto y se sedimentan, llegan a formar parte de los estratos rocosos de la corteza terrestre, perseverándose de una manera u otra. Como regla, solamente sus partes duras, para ser más específicos, su parte esquelética, que son las más resistentes a descomponerse, perseverándose; mientras sus partes blandas desaparecen por un proceso normal de desintegración.
Formación y secuencia de rocas sedimentadas: la corteza terrestre está constituido en parte de varias capas o estratos de las llamadas rocas sedimentarias. Estas rocas se formaron en grandes períodos de tiempo en el pasado, por medio del asentamiento y comprensión de los sedimentos o los depósitos de arena, aluvión, ríos, lodo lava volcánica de los mares, lagos, ríos y aires.
Los geólogos han sido capaces de mostrar numerosas excepciones al orden cronológico de la estratificación rocosa. En ciertos casos los cambios los localizados en la corteza han causado tremendos plegamientos en el estrato rocoso; así las capas más viejas pueden ahora localizarse por encima de las más recientes. A veces la aparición de grietas en el estrato rocoso, conocidas como fallas y subsecuentes deslizamientos horizontales puede causar el mismo efecto.
En otros casos la erosión de las capas rocosas superiores seguida por cambios en condiciones geológicas, como la inmersión bajo mares poco profundos, que favorecen a la deposición, puede ser responsable de la gran proximidad de las capas más recientes con las más antiguas.
Los fósiles son registros de miembros de una especie que fueron ancestros de la especie moderna, y sugieren que ha habido cambios graduales entre los organismos ancestrales y los actuales. Probablemente el progreso fósil mejor conocido es el del caballo considerando que los fósiles son más parecidos a los animales actuales cuanto menor es su edad geológica estos son útiles en la datación (asignación de edades) y correlación (comparación). Por ejemplo, el hallazgo en la antártica de helechos y dinosaurios de la Era Mesozoica (entre 140 -245 millones de años atrás) muestra que el continente estuvo, en el pasado, ubicado en áreas cálidas. La aparición de un mismo tipo de fósil del Triásico, como el reptil acuático Mesosaurio, tanto en Sudamérica como en África sugiere que antiguamente estas tierras formaron parte de un mismo continente.
Existen los llamados fósiles vivientes, que son animales y plantas que no han experimentado cambios significativos en una historia evolutiva, y que permanecen en la actualidad en áreas limitadas y en escaso número. Entre los más conocidos están el celacanto, los tiburones y el cangrejo bayoneta. Estructuras Homólogas.
Las estructuras homólogas
Son aquellas que tienen el mismo origen, pero pueden servir para diferentes funciones. Por ejemplo, los miembros de las aves y los mamíferos son usados para volar, nadar, correr o coger objetos, pero tienen una anatomía interna homóloga. Esta homología estructural sugiere que los seres vivos han tenido un origen similar. Estudios comparativos de la anatomía permiten determinar la relación entre dos organismos: Los que tienen mayor similitud entre sus estructuras internas estarán más desarrollados y tendrán un ancestro común. Otros ejemplos de homologías estructurales son los esqueletos de los vertebrados, que tienen el mismo modelo y la organización del encéfalo, que es básicamente la misma por que presenta lóbulo olfativo, hemisferio cerebral, epífisis, lóbulos ópticos, cerebelo, bulbo raquídeo.

Estructuras análogas
Al mismo tiempo, existen también especies muy separadas evolutivamente que se tienen que adaptar al mismo medio, y por lo tanto desarrollan estructuras similares, los llamados ÓRGANOS ANÁLOGOS, que son patrones anatómicos que han tenido éxito en un medio concreto y por eso varias especies lo imitan.
Estos órganos que desempeñan la misma función, pero tienen una constitución anatómica diferente se llaman ÓRGANOS ANÁLOGOS, como el ala de un insecto y el ala
de un ave que ya hemos visto, y representan un fenómeno llamado CONVERGENCIA ADAPTATIVA, por el cual los seres vivos repiten fórmulas y diseños que han tenido éxito.

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